jueves, 17 de noviembre de 2011

Defensa del pinar de Villanueva de Gómez

Cuatro razones para conservar el pinar


Publicado inicialmente el 4/3/2008


Como habitante de Ávila y de esta localidad no puedo permanecer callado, vivimos en el siglo XXI pero seguimos cometiendo errores que se pagarán en el futuro. Si dicha urbanización es legal dentro de las leyes del siglo XXI, al menos que sirva para producir un cambio en las leyes futuras, he crecido admirando y amando ese lugar, ahora como futuro doctor en biología, este rincón puede ser la causa de lo que soy. 

Hablaré del interés que poseen; también para todos, los pinares a orillas del Adaja en Villanueva de Gómez, porque peligra su futuro. 

No hay duda de 2 hechos: el clima cambia cada vez más rápido y brusco y en cada región pueden darse cambios muy novedosos, muy drásticos y que no podemos conocer hasta que ocurran. El segundo hecho es que no se pueden alterar más suelos forestales, porque ahí se acumula mucho dióxido de carbono y porque el clima determina que haya un bosque o un erial y puede que por el cambio del clima, nuestros bosques desaparezcan próxima y rápidamente. 
La mayoría de los modelos informáticos de circulación atmosférica predicen aumentos de las temperaturas y más precipitaciones en unas zonas mientras que habrá escasez en otras, también las zonas de latitudes medias continentales sufrirán grandes sequías por razones adicionales, ya que la evaporación veraniega será mucho mayor, la nieve en las montañas durará menos y el caudal de ríos y acuíferos bajará, por lo tanto, la humedad del suelo en nuestra región es muy probable que se vea reducida. También van a ser más frecuentes fenómenos climáticos extremos como fuertes heladas o tempestades seguidas de periodos de sequía, lo cual incrementará la erosión y el peligro de la aparición de un gran desierto que cubra la mayor parte del centro y sur peninsular; quizás solo quedarían a salvo las montañas y páramos más frescos como al que me refiero; al final los antiguos parecen tener razón al sacralizar los bosques. 

Forman parte del único bosque continuo de la región norte de Ávila y algo de Segovia llamada la Moraña: se extienden a lo largo de más de 25 km desde Arévalo, donde ya hay pinares convertidos en areneros y viviendas, hasta el siguiente pueblo, cercano a Sanchidrián, que posee también varias urbanizaciones. 

La zona en cuestión tiene gran interés para el desarrollo a distintos niveles: 

- A nivel de los recursos hídricos, si la lluvia cae sobre las tierras de cultivo que los rodean se erosiona al no haber cobertura vegetal permanente, por un lado el suelo va junto con fertilizantes hasta el mar, donde genera eutrofización, si se filtra a capas profundas del suelo lleva consigo nitratos que las hace inapropiadas para consumo humano, un bosque evita erosión y la importancia hidrogeológica de este pinar en particular, sobre dunas continentales del Cuaternario lo convierten en uno de los pocos puntos por los que se recarga de aguas limpias el sobreexplotado y contaminado acuífero de Los Arenales. Una treintena de pueblos de los alrededores tienen que ser abastecidos de agua potable con camiones cisterna por los problemas derivados de la contaminación de los acuíferos y el agua no sobra. 

Un bosque maduro tiene más beneficios hídricos, condensa las nieblas, que caen al suelo y aumenta las precipitaciones del lugar favoreciendo la formación de nubes con su evapotranspiración,. 

- A nivel ecológico, no solo por encontrarse aquí una zona ZEPA, la desertización es un problema grave y a la vez el cambio climático hace que instalar nuevos bosques en estas zonas hoy día sea difícil; y no soy botánico pero se da una variedad de especies creo que peculiar. Desde su orilla aparecen las saucedas con 2 especies de chopo y fresnedas-alisedas; ya dañadas con plantaciones de chopo canadiense al ser propiedad privada y que conservaban también olmos y labiérnagos con majuelos, dulcamara, nuezas y madreselvas. Las abruptas laderas del Adaja conservan la mayor diversidad de especies propias del encinar con aún enebros y pino piñonero (Santolina rosmarinifolia, Osyris alba, Coronilla minima, Sideritis sp., Teucrium sp.), dentro del extenso pinar hay rodales de encinas mezclados con 2 especies de pino, junto con arbustos y herbáceas propias de fases de degradación mediterráneas, perennes como Muscari comosum o Globularia spp., mezcladas con varias pequeñas cistáceas y Halimium ocymoides, Helichrysum stoechas, tomillo rastrero y común, Dorycnium pentaphyllum.... Ruta graveolens o Astragalus sempervirens son también rarezas que he visto, aún quedan retamares con cantueso, algunos codesales como formación, berciales, lagascales o matorrales más atlánticos como Genista cinerascens, Asparragus spp., y geófitos de montaña (Dianthus lusitanicus, Gagea spp., Armeria spp...)... Habiendo menos precipitaciones que en muchas zonas españolas, gracias a la altitud de la zona es posible la supervivencia y evolución de una mezcla de especies de diversas agrupaciones fitosociológicas, es un libro abierto sobre las etapas de sucesión competencia, nodricismo....de ecosistemas mediterráneos. Muy probable es también la presencia de taxones que sin ser endémicos, se encuentran altamente adaptados a la aridez y bajas temperaturas que llevan ya siendo frecuentes en la zona tiempo atrás y aunque no soy experto he observado alta variabilidad morfológica en codesos, Pinus pinaster... hay un acervo genético interesante. 

- A nivel ambiental importa su función de protector frente a la erosión o de sumidero de carbono, al perturbarlo y roturar ese suelo, por un lado se manda dicho carbono acumulado a la atmósfera, por otro se confía en que esa función la harán los nuevos árboles que están obligados a plantar, pero ni serán capaces de fijar la misma cantidad hasta pasados unos años, ni podemos asegurar que los jóvenes pinos resistan las condiciones climáticas actuales o futuras, por ejemplo, un adulto tiene mas posibilidades de resistir una sequía o la bajada del nivel de aguas subterráneas al tener raíces mas profundas o ante una plaga. Por no hablar del resto de vegetales que acompañan al pino y no se plantarán, hay pérdida de diversidad florística y desaparece uno de los corredores biológicos que conectan meseta Norte y Sur. 

- Los bosques hoy tienen cualidades de interés económico, y para obtener energía y puestos de trabajo con centrales de biomasa (la zona no es abrupta en exceso y la maquinaría podría emplearse). El entorno de Villanueva de Gómez en concreto, podría tener otras muchas alternativas: por su producción de hongos apreciados, fomentar el valor turístico de sus paisajes, monumentos de la zona y de 3 ciudades patrimonio próximas, su valor para el disfrute de la naturaleza por sus bosques, estepas y lagunas como refugio de especies en peligro, fomentar nuevos cultivos como plantas aromáticas/medicinales/biocombustibles; obtención de mieles, o incluso usar los bosques como sumideros de carbono, algo interesante para acercarnos al protocolo de Kioto, ya que la nemoralidad de estas zonas, a unos 900m, permite resistir las frecuentes sequías a la vez que las bajas temperaturas invernales y nocturnas harían que la materia orgánica no se degrade tan rápido. Nuestros viñedos desaparecieron en el siglo pasado pero hoy ni siquiera la agricultura y pastoreo durarán muchos años más, ovejas que antes dispersaban la flora asociada al pino y encina del bosque. Debe darse valor en euros a estas zonas para que el desarrollo no avance así, esos bosques son útiles para todos nosotros pero hoy dia no reciben el valor que realmente poseen. 

Las agresiones directas que ahora se producen con motivo de la megaurbanización y la futura presión humana son la gota que colmara el vaso de su fragmentación, hace años que observo grandes extensiones de retamares y otros arbustos que se secan en masa, incluso pinos adultos centenarios mueren. Las razones climáticas se suman a la increíble cantidad de socavones gigantes en todo el término municipal para la extracción de áridos, estos agujeros atraen hacia ellos el agua de las capas freáticas y desecan sus alrededores, cuando se extraiga lo necesario para el golf y resto de actividades humanas la sequía hará estragos. De las 150.000 Ha. que ocupa La Moraña, tan solo 5.000 están arboladas, siendo dicho enclave el 90% de éstas, formando un auténtico corredor natural y único, por último recordar que la conservación del ave más amenazada y emblemática del bosque mediterráneo depende un poco de él.



Diego Gutiérrez

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